La dendrocronología
Mediante una ciencia llamada dendrocronología, que se podría traducir como el estudio del tiempo en los árboles, podemos acceder a través de los anillos de crecimiento de los árboles a una información que de otra forma no tendríamos, como: conocer el clima de los últimos 825 años, los procesos implicados en la dinámica del bosque en respuesta al explotación humana o a las perturbaciones naturales; en criminología incluso se pueden determinar talas ilegales y vertidos contaminantes, y en arqueología la datación de maderas antiguas de construcciones y objetos. En los países escandinavos se han podido establecer cronologías (series de anillos de crecimiento) de más de 10.000 años lo que ha permitido entre otras aplicaciones la de corregir dataciones anteriores realizadas con carbono 14.
Para observar los anillos no es necesario talar el árbol, se hace extrayendo un testigo de madera con una barrena especial. Los datos obtenidos de cada árbol se cruzan con testigos de diferentes árboles de la misma especie y misma zona para estar seguros de las secuencias y evitar dataciones incorrectas.
Hay condiciones climáticas excepcionales y de carácter general, que generan unos anillos característicos en todos los árboles, que dan lugar a unos años de referencia, como los de los años: 1871, 1931, 1963 y 1972-73 por frío, y 1984, 1986, 1995, 2005 y 2012 por sequía. Estos anillos sirven para establecer una cronología maestra a base de diferentes testigos que se solapan parcialmente y en los que se pueden reconocer los anillos de referencia.
Así, para retroceder en el tiempo comenzamos por localizar árboles viejos (que no son necesariamente de gran tamaño, pero suele coincidir, y que a menudo se encuentran en lugares de malas condiciones donde crecen poco), los árboles vivos más viejos conocidos del Pirineo solo tienen poco más de 1000 años. Después podemos comparar su información con la que nos da la madera empleada en edificios de los que sabemos su fecha de construcción y esta con la obtenida de la madera que se encuentra en el fondo de algunos lagos o con madera fósil.
Dendrochronology
Through the use of a science known as dendrochronology, which can be translated as the study of time in trees, we can obtain information from tree rings such as: knowing the climate of the past 825 years, processes involved in forest dynamics in response to human or natural disturbances, or even determining when illegal logging or pollution events occurred much as criminologists do. In archaeology, dendroarchaeology allows dating old wood samples from buildings or from woody objects. Chronologies (tree-ring width series) longer than 10,000 years have been established in the Scandinavian countries which have allowed correcting previous dating based on 14C.
Trees do not have to be cut to study tree rings because a special borer allows extracting cores. The data obtained from each tree can be compared with samples from other trees of the same species and site to obtain a correct cross-dating.
There are exceptional and regional climatic conditions which lead to the formation of characteristic rings in most trees, and these rings are used as references to date the samples. For instance, the 1871, 1931, 1963 y 1972-73 rings indicate cold conditions, whereas the 1984, 1986, 1995, 2005 and 2012 indicate drought. These rings are useful to establish a master chronology based on different cores with overlapping series and reference or characteristic rings.
To go back in time we must first find old trees (which are not always the biggest trees, but are often located in harsh sites where they grow slowly). The oldest living trees in the Pyrenees are about 1,000 years old. Then, we can compare their information with archeological wood samples taken from historical buildings whose building date is known or even with sub-fossil wood samples preserved in lake sediments or peats.